-----Como ganado nos manejaron al ingreso a la Base Naval de Guantánamo y no había otra manera de hacerlo, éramos miles a los que tenían que documentar, controlar, manipular, alimentar y hubicar en improvisados campamentos, hechos a la carrera donde todo era precario, donde la palabra " comodidad " era sinónimo de " lujo ".
-----Salimos del enorme barco ansiosos de pisar tierra firme, sin saber que luego tendríamos que esperar largos meses para desprendernos de esa tierra que parecía tener imanes que nos hacían imposible el escape, comenzaría para mi y quien fuera mi esposa un camino largo, áspero, dificil, y repleto de situaciones que nunca nos imaginamos pasar, a veces lo que veíamos delante de nuestros ojos era como ver una película, era como si estuvieramos viendo un documental sobre Kafka.
-----Nos hacinaban por grupos, nos pedían que los hiciéramos nosotros mismos, grupos de 30 personas, no más de eso y gracias a Dios que ellos nos dejaron esa opción, pués así pudimos escoger con quienes deseabamos ser hubicados, el asunto es que en cada cabaña cabíamos 30 personas. Nos unimos 30 personas, todas habíamos estado en el "Arcoiris" y esto nos dio más tranquilidad; fueron horas esperando hasta al fin ser embarcados en un Bus ó Guagua idéntica a las escolares pero con las insignias del " US AIR FORCE ". EL viaje hasta el campamento inolvidable, por primera vez nos enfrentábanos la gran mayoría de nosotros a una cultura diferente, todo era nuevo ante nuestros ojos y por primera vez y quizás por última tendríamos el privilegio de ver uno de los lugares más misteriosos de Cuba: La Base Naval de Guantánamo, imaginamos tanques de guerra, cohetes por todos lados, aviones cargados de bombas; pero nada de eso, solo una rústica carretera que se dirigía a una especie de poblado a un par de millas al norte. Ni cohetes ni tanques de guerra; pero si un espectacular " McDonalds " llenito de luces de colores, un payaso al frente y un olor sin comparación con nada conocido " olor a Yuma ", dijeron algunos mientras se le salian los ojos de las órbitas viendo el " tremendo espectáculo " de este restaurant de comida rápida, símbolo en Cuba del capitalismo, del "imperialismo Yankee ". Luego pudimos disfrutar de la bella visión de un sencillo y ultralimpio pueblo americano, con bellas casitas, cuidados edificios y parque de ensueños, al menos así lo veíamos notros, venido de un país destruido por una guerra sin cuartel : La guerra de Fidel Castro contra el pueblo de Cuba. Saliendo de este pueblo, capital de la Base Naval, nos esperaba una larga y muy oscura carretera solo alumbrada por los faroles de los buses, unas cuatro millas más y arribamos al campamento destinado a nosotros, " Uniform " se llamaba, sería una versión limitada del infierno de Dante por los próximos meses.
-----Un largo camino comenzaba hoy, un camino que no vamos a olvidar y en el que nos metimos por nuestra propia voluntad, nadie nos llamó, tuvimos la opción de quedarnos en Cuba y dar la vida combatiendo a la dictadura, no lo hicimos, ahora quejarse sería doblemente cobarde.